Fornicaron al fin como Dios sugiere…

…y los amantes pobres se miraron a dúo…

…se fueron a su cama de sábanas gastadas

con acre olor a sexo deslunado…

y libres para siempre de la luna lunática

fornicaron al fin como Dios manda

o mejor dicho como Dios sugiere.

Hombre que mira la luna. Mario Benedetti.

Son trozos de este precioso poema, el que suscribo más arriba.

Pero… qué habrá querido decir mi querido y admirado Benedetti con eso de…»como Dios sugiere».

Pues obstinadamente curiosa allá fui…a la Biblia…buscando alguna sugerencia para fornicar y me encontré con lo siguiente:

«He perfumado mi cámara

Con mirra, áloe y canela.

Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana,

Hartémonos de amores».

-Proverbios 7:17-18.

Es a lo que se le podría llamar «divinamente erótico». Aunque lo he sacado de contexto. Porque en realidad leyéndolo completamente…es algo así como un conjuro contra las seducciones de la mujer adúltera en donde advierte finalmente, en el 7:27, «su casa es el camino del Abismo, que baja a las cámaras de la muerte».

¿Aprovechó Salomón este capítulo para aflorar una sensual litaratura camuflada en una sentencia fatal para los amantes?…

Más de uno (que lea esto) dirá que estoy blasfemando…pero sólo estaba buscando una sugerencia y la he encontrado en una advertencia. En éste maravilloso Libro que ha sido y sigue siendo interpretado y reinterpretado a uso, abuso, conveniencias y beneficios de tantas mentes retorcidas al frente de las rancias y polítiqueras religiones.

En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar.

José Saramago

 

 

 

About the Author:

Related Posts

Leave a Comment!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Call Now Button