El sexo no se reduce al orgasmo

Es una pena, pero es un error común en un alto porcentaje de hombres que hace que sólo un bajo porcentaje de mujeres lleguen al clímax cuando el resto ni lo logra ni disfruta siquiera de nada.  Es algo que veo día sí y día también en mi alcoba, el córrete, ¿Por qué no te corres?, ¿no puedes correrte?, haré que te corras, jajaja, esto último me suele dar algo de risa, lo siento pero me recuerda mucho a aquella frase de Bertrand Russell que dice que ‘el problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas’, por favor señores no le digan eso a una mujer cuando no la conocen bien, ya se dedique o no a la prostitución. Un encuentro íntimo es para disfrutar, descubrir y dejarse llevar no para intentar hacer demostraciones absurdas.

La cuestión es que con esta presión, las mujeres muchas veces acaban fingiendo para darle el gusto al ‘pariente’ ( y crea que metió un gol) que piensa que todo se reduce a eso: ‘correrse’ y el resto qué, donde quedan la sensualidad de la piel, la seducción, el tocarse, lamerse, besarse, acariciarse, olerse…¿dónde? ♦

Según Mimmi Kass (Valencia, 1980) licenciada en Medicina y Cirugía, máster en Ciencias de la Salud y posee varios cursos de sexología. Trabaja como médico especialista, y además es sexblogger para LELO®…

Cuando hablamos de placer sexual, ¿qué es lo que buscamos realmente? ¿La sensación agradable generada al satisfacer una necesidad? ¿Un mero alivio fisiológico? ¿Cubrir una carencia afectiva? ¿conseguir más y mejores orgasmos?

Ah, el orgasmo. La sociedad se ha encargado de sentarlo en el trono, en la cúspide de la pirámide del placer, y coronarlo como el rey supremo. Y debemos buscarlo como si fuera el Santo Grial del sexo.

Pero…

…existen otras fases que pueden ser iguales o más satisfactorias que el llamado clímax, que es tan solo un paso más dentro del, a veces largo a veces corto, barroco o minimalista, pero siempre delicioso camino del placer.

¿Por qué tantas mujeres no saben lo que es un orgasmo?

Hoy en día la sociedad mide todo en términos de economía de mercado: el balance positivo de las ventas es el éxito y todo lo demás un fracaso. Si nuestro saldo de orgasmos no está en superávit, no hemos triunfado en el mundo empresarial. ¡Perdón!, en nuestra vida sexual. Nos preocupamos tanto por el objetivo final que la presión por dicho “éxito” nos bloquea y no lo conseguimos, además de perder de vista el goce que conlleva llegar hasta él.

¿Qué pasa con todo el placer, quizá no tan intenso, pero desde luego más prolongado, del camino que recorres hasta ello? El placer empieza con la expectación…

Disfruta, paladea, saboréalo.  El placer que genera la excitación viene de todos los sentidos: acariciar tus zonas erógenas, escuchar una canción, acercarnos a un cuello con unas gotas de ese perfume que te pone…El problema es que estamos tan concentrados en el objetivo final, el orgasmo, que no nos damos cuenta de las elevadas cotas de placer que se alcanzan en el camino.

La fisiología del placer sexual: lo que nadie te explica

Muchos lo cuentan, pero nadie lo explica…

…si conoces cómo funciona, si eres capaz de detectar que algo va mal o está muy frío, podrás trabajarlo con conocimiento de causa. El ciclo de la respuesta sexual consta de cinco fases:

—Deseo

—Excitación

—Meseta

—Orgasmo

—Resolución.

1. DESEO: el poder de la mente

Algo dispara en nuestra mente un pensamiento erótico. Enciende la chispa que cambia la intención de todos y cada uno de los gestos de nuestros cuerpos.

2. EXCITACIÓN:

El placer comienza a extenderse más allá de las fantasías y pasa a encender otras zonas de  tu cuerpo. Y este responde con cambios concretos que comunican con claridad, si sabes leerlos, que estás excitado: se acelera el ritmo cardíaco y la tensión arterial, los músculos se contraen, los pezones se erizan y los pechos se tornan más grandes, parecen estar más pesados. Puede haber un ligero rubor en las mejillas. En los hombres, una erección comienza a desperezarse, el escroto se contrae y los testículos ascienden un poco hacia el cuerpo, en las mujeres, el clítoris y los labios vaginales se hinchan y la vagina se lubrica. El cuerpo se prepara para el juego sexual, para la lucha. Se liberan feromonas que alimentan la necesidad de cercanía.

3. MESETA: prolongar la agonía

Llegamos a un nivel de placer intenso y sostenido y, para mantenerlo, se emplean a fondo las zonas más erógenas: quizá sexo anal, oral, vaginal o todo en una ecléctica mezcla.

Quizá pueda parecer que es imposible detener el camino cuando estás en esta fase, pero existen juegos que yo denomino “Catch and Release” (que podría traducirse como atrapar y soltar, como si de pesca deportiva se tratase), en los que se alimenta la excitación sin que haya una clausura. Trabaja el dominio sobre tus apetitos, cultiva la expectación, incluso niega el orgasmo, una y mil veces…hasta llegar al delirio. Prolongar la agonía es una maravillosa manera de alimentar el placer y puedes obviar por completo la siguiente fase, el orgasmo.

4. ORGASMO : la fusión con el Cosmos

Llegamos al pico de intensidad de placer sexual…El cerebro nos inunda con hormonas relacionadas con la felicidad: endorfinas, dopamina, oxitocina. Es la petit mort, y por un momento, como dice la gran Valérie Tasso, nos fundimos con el Cosmos. Sublime, sí. Apoteósico, también. Pero…aunque te lo parezca, no hemos acabado.

5. RESOLUCIÓN: un poquito de aftercare, por favor

Existe un concepto en BDSM que me encantaría que todas las parejas, practiquen sexo convencional o no, adoptasen en sus relaciones: es el concepto de aftercare. En una traducción libre por mi parte, lo llamaría “cuidados posteriores”. Consiste en confortar física y psicológicamente a tu pareja después de una escena, donde pueden haber estado involucrados restricciones, azotes, intensidad física. El orgasmo, de manera aislada, también conlleva una intensidad física enorme y nuestro cuerpo necesita recuperarse: el ritmo cardíaco y la tensión arterial descienden antes de recuperar la normalidad, hay sudoración para enfriar el aumento de temperatura que generan las contracciones musculares, los genitales vuelven a su tamaño y experimentamos un agotamiento que necesita también unos cuidados. Presta atención a tu cuerpo y al de tu pareja, disfruta de la languidez y la vuelta a la calma…No hay prisa en levantarse, limpiarse, ordenar los juguetes… respira y siente… También hay placer en el reposo de los guerreros.

El orgasmo ha muerto, ¡viva el orgasmo!

El placer sexual es siempre positivo y el impacto sobre tu salud es muy importante: dormirás mejor, tendrás menos estrés y tensiones, mejorará tu autoestima, tendrás un mejor estado físico y, en resumen, disfrutarás de una vida más feliz y longeva.

No seas reduccionista. No te quedes en el orgasmo. Ahora que las conoces, disfruta de todas y cada una de las fases que constelan el placer sexual. Aprende a conocer tus señales y las de tu pareja.

Fuente:

https://www.lelo.com/es/blog/orgasmo/?utm_source=combined&utm_medium=ppr&utm_content=valerietasso&utm_campaign=bpr-pr-lelo-lelo-aae-top-gen-spa-es

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Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas […]
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.

Fragmentos de Ítaca
C. P. Cavafis

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