Llevas tiempo metiéndote en esas páginas en secreto, porque estas cosas siempre son secretas y por eso, entre otras cosas, molan tanto. Comparando precios, físicos y ya si eres nivel avanzado, comparas personalidades a través de sus webs o blogs. Luego borras el historial, las cookies y tu conciencia si así te lo exige.
Cuando nunca has pagado por sexo, romper esa barrera para el ego de un hombre no es especialmente sencillo y una vorágine de “síes pero noes” taladra todas las razones.
En este caso, pueden suceder dos cosas:
A) Que sigas planteándote si llamarla eternamente y entres en un bucle de frustración.
B) Que te líes la manta a la cabeza. Que te sientas participante del “1,2,3”, digas eso de “hemos venido a jugar” y llames, al menos una vez, para ver qué pasa.
La opción A, no merece mayor mención. Si has optado por la B (vaya, vaya, qué pillín…), te doy la enhorabuena porque creo que una escort puede sumar, más que restar y eso es algo que nadie me va a quitar de la cabeza.
El vínculo que se crea entre el cliente y la escort, como en todo, siempre depende del tiempo que pasen juntos. La relación avanza de una forma alternativa a cómo avanzan las relaciones habituales. Llega un punto en el que no se puede ir más allá a nivel personal, pero sí a nivel sexual y de complicidad.
Por esto último, se diferencia tanto de las relaciones personales habituales.
Se diferencia también de una relación comercial, porque aunque hay dinero de por medio (en todas las relaciones lo hay), también hay que pensar que somos humanos. Hablas con la persona, hay caricias, sexo, besos, confidencias, piel, intimidad… ¿cómo se puede ver a este tipo de relación meramente comercial?.
Así pues, la relación que tiene un cliente con una escort no es comparable a cualquier otro tipo de relación conocida. Por lo que, si te gusta la diferencia con cero complicaciones personales, ¿a qué esperas? selecciona a tu escort y coge ese teléfono.
del blog de Marta Escort Madrid.
Creo que te llamare.
Me encanta tu blog kenia , y esperó poder visitarte algún día no muy lejano, de momento mi situación económica no me lo permite debido a la crisis pero aún así desde que conocí tu blog te deseo en mis pensamientos más ocultos . me encantan tus nuevas fotos en donde te enseñas de cara sin ningún tipo de tabú .
Hola. Gracias. Espero que este nuevo ciclo 2016 te traiga gratas sorpresas y progreso económico para que esa crisis sea suplantada por la estabilidad. En cuanto a mi rostro. En general las prostitutas no enseñamos el rostro no por tabú sino por el «estigma del oficio», cuando nos volvemos reconocibles somos marginadas por la sociedad que nos apunta con el dedo y nos desprecia como seres pecaminosos. Que la gente te apunte con el dedo no es fácil, por esto muchas deciden no enseñar el rostro.
creo que te han faltado ventajas jejeje un abrazop
Igual sí. Besos 😉
Me encanta tu web Kenia.
Hoy vengo a verte…
Incluso aunque lleve bastante tiempo este artículo es increíble.
Gran trabajo compartiendo algo así.
!Que vivan las escorts!